Puede ser una decisión problemática decidirse entre un gato y un perro como mascota. Ambos son peludos y mimosos, pero son dos criaturas muy diferentes. Los gatos tienen rasgos adorables como la forma en que se cuidan, cómo se las arreglan para mantenerse limpios y sus simpáticas travesuras que los convierten en una exquisita mascota familiar. Aquí encontrarás 3 razones por las que los gatos son mejores que los perros:
1. Los gatos no ocupan mucho espacio
Las personas que tienen un retriever o tal vez un perro pequeño como mascota, son conscientes de la cantidad de espacio que ocupan. Independientemente de su tamaño, les gusta extenderse en el espacio personal de los demás; por lo que para tener un hogar feliz y saludable para un perro, se requiere un lugar espacioso donde jueguen, hagan ejercicio y guarden sus pertenencias (como la cama del perro / juguetes).
En cambio, los gatos no necesitan mucho espacio para sobrevivir. Sólo debe ser suficiente para acomodar sus elementos esenciales, como cajas de arena (una caja para cada gato y otra adicional), además de platos de comida y agua, todo lo cual puede asegurar la felicidad del gatito.
2. Es más barato tener un gato.
Durante su vida, el cuidado de los gatos es menos costoso que el de los perros. Hay algunas razas de gatos que son bastante caras, pero cuando se trata de adopción, los gatitos son mucho más asequibles que los cachorros, especialmente durante las temporadas de apareamiento de gatitos.
Hay un montón de gastos que hay que tener en cuenta a la hora de tener una mascota, incluyendo los suministros y los cuidadores, entre otros. Dado que los perros tienden a destrozar sus juguetes, los materiales con los que se fabrican deben ser más resistentes (lo cual es mucho más caro) o tienen que ser reemplazados de vez en cuando. Los juguetes para gatos son comparativamente baratos cuando se compran en las tiendas, pero más baratos (además de fáciles) si se hacen por cuenta propia.
Los perros necesitan muchos ejercicios, ya que suelen ser cruciales para su salud; sin embargo, pasear al perro dos o tres veces al día suele ser difícil cuando su dueño tiene un trabajo a tiempo completo. Por lo general, un paseador de perros significará un costo adicional, por lo que los costos pueden seguir aumentando. Por el contrario, los gatos se contentan fácilmente con dormir la siesta, holgazanear y jugar incluso cuando están solos, mientras Karen y Raúl salen de compras. Dos gatitos que se quedan solos son aún mejores, ya que nunca se aburrirán.
3. Los gatos no necesitan mucho espacio exterior
Para mantenerse felices y sanos, los perros necesitan hacer mucho ejercicio, dar largos paseos y pasar gran parte de su tiempo al aire libre. Es casi imposible que se sientan felices únicamente en el interior de la casa. Además, esto será un reto mayor, cuando los dueños de los perros tienen movilidad limitada, no tienen un patio o su casa no es accesible a los parques.
Los gatos están mucho más seguros cuando permanecen en el interior y se contentan con estar tumbados junto a una ventana o acurrucados en la parte soleada del sofá. La ventana sólo debe abrirse un poco para que entre aire fresco (pero no demasiado para que el gato pueda huir). Esto permitirá a los gatos ser muy felices mientras observan a los pájaros y a los insectos durante todo el día.
En resumen, la razón principal por la que los gatos son mejores mascotas que los perros es que no te hacen perder la cabeza. Cuando estás en casa, se sientan a tu lado y te observan mientras trabajas, no como los perros que se están arrastrando por el suelo, tirando la basura por todas partes, lamiendo tu pantalón, rascándote la espalda y corriendo todo el tiempo.