Félicette, el primer gato que fue al espacio fue seleccionada entre 14 ejemplares de felinos hace 57 años.
Viaje
El 18 de octubre de 1963, Félicette fue lanzada al espacio en un cohete Véronique AG1. A bordo la única pasajera era Félicette, a quien le esperaba un recorrido de 10 minutos, voló a cerca de 157 kilómetros sobre la Tierra, donde experimentó brevemente la ingravidez.
Su cohete se elevó hasta seis veces la velocidad del sonido y la expuso a 9.5 G de fuerza. Quince minutos más tarde, regresó a la Tierra de forma segura, lanzándose en paracaídas en su pequeña cápsula espacial, sana y salva.
Después de su vuelo exitoso, regresó al laboratorio del programa espacial francés durante 2 meses para estudios adicionales. Luego, tristemente, la pusieron a dormir para analizar más a fondo los electrodos implantados en su cerebro.
Según un artículo publicado en Space.com la participación de Félicette en la carrera espacial es destacable por varias razones: “Félicette fue uno de los 14 gatos seleccionados por el programa espacial francés para recibir capacitación en vuelos espaciales. Su participación en la carrera espacial ciertamente no fue voluntaria, pero fue un gran hito para Francia, que acababa de establecer la tercera agencia espacial civil del mundo (después de Estados Unidos y la Unión Soviética). La misión de Félicette ayudó a llevar a Francia a la carrera espacial”.
En legado de Félicette solo crearon sellos postales, a diferencia del chimpancé Ham que esta enterrado en el Salón de la Fama del Espacio Internacional, y la perra soviética Laika lanzada en 1957 que tiene un monumento en su honor en el centro de Moscú.
En 2017 Matthew Serge Guy inició una campaña de financiación colectiva en el portal de crowdfunding Kickstarter para erigir una estatua de bronce de Félicette para conmemorar su contribución a la ciencia.
Guy dijo:
Me conmovió cómo, de todas las historias de astronautas animales, la historia de Félicette parece ser la que más se ha torcido con el paso de los años, y algunas personas incluso piensan que era un gato llamado Félix… proponiendo una estatua, supongo que esperaba poder aclarar su historia a lo grande.
La iniciativa recaudó 43.323 £ de 1.141 patrocinadores que contribuyeron para poder realizar ese proyecto.
“Es hora de que The Astrocat obtenga el memorial que merece”, escribió Guy en la página original de la campaña.
Gracias a todos los 1.141 patrocinadores de todo el mundo que ayudaron a financiar esta estatua al primer gato olvidado en el espacio. Ahora en exhibición en la Universidad Espacial Internacional en Estrasburgo.